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Chente Ydrach y el arte de reír

En la escuela, solía meterse en problemas por hablar mucho. Cuando le gustaba una compañera, se lo decía, pues se le hacía difícil mantener sus secretos. Sin embargo, ese deseo innato de querer contar sus experiencias vergonzosas, con el propósito de hacer reír a otras personas, llevaron a Vicente Ydrach Rodríguez a ser comediante.

Con su primer especial de comedia stand-up en el 2015, Dándolo Todo, el comediante mejor conocido como Chente, a sus 33 años, se ha establecido como uno de los anfitriones del entretenimiento puertorriqueño. “A mí lo que me gusta es hacer esto, pararme a hablar […] frente a un público vivo”, afirma Chente, que describe su especial de stand-up de 11 funciones, como un logro.

Hoy día, se presenta semanalmente en Celebrate Puerto Rico en el Viejo San Juan, donde encabeza su propio stand-up, “Trépate Aquí”, donde le da la oportunidad a otros comediantes para desarrollar su talento.

Más allá de la comedia, Ydrach se dedica a hacer su podcast, Masacote, en el cual entrevista a varios artistas puertorriqueños. La idea surgió tras compartir el escenario con el veterano comediante Israel “Shorty” Castro y no encontrar información extensa acerca del cómico. “Me di cuenta que hace falta una base de datos de nuestros artistas”, dice Ydrach. Desde ese momento, Chente ha grabado más de 100 episodios, con la presentación de un artista diferente cada semana.

“Yo soy un tipo bastante curioso”, admite Ydrach, que disfruta entrevistar a personas que son percibidas como “larger than life”. En su podcast, Chente tuvo la oportunidad de entrevistar a Rafael Cancel Miranda, quien considera como la persona más grande con quien ha conversado. Al finalizar el episodio, el comediante, como de costumbre, inició la sección fotográfica con el entrevistado en el limbo blanco de su estudio, donde le indica a los invitados que se quiten los zapatos para no ensuciar el piso. No obstante, ese no fue el caso con Cancel Miranda. “¿Tú te crees que yo le voy a preguntar a Don Rafael Cancel que se quite los zapatos?” narra Ydrach, mientras suelta una carcajada.

Sin embargo, el artista reconoce que las personas que más le intimida entrevistar son las que significan algo importante para sus padres. Por ejemplo, el cantante puertorriqueño Wilkins. “Mi mamá es loca con Wilkins”.

A sus padres, Chente los describe como sus “cheerleaders”, ya que siempre han estado presentes en su carrera, aun así sea a través de comentarios en sus videos de Facebook. Para el comediante, esa actitud ha sido instrumental en su formación para él “ser una persona que tiene el deseo de buscar ese amor en un escenario”, ya que al escuchar al público reír, el comediante se siente querido por la audiencia.

De hecho, sus padres le inculcaron esa cultura de la risa. Cuando era pequeño, el comediante acostumbraba sentarse a ver los programas de comedia con su papá. “La risa en mi hogar era algo bien importante”, dice tras recordar ver a su papá riéndose, mientras veía los stand-ups por televisión. El único lenguaje que entendía era el de la risa, ya que los programas eran en inglés y él, al momento, solo hablaba español.

No obstante, admite que su desempeño en la escuela no fue muy bueno. “Nunca fui de buenas notas”, dice Ydrach, tras señalar que, durante sus 13 años en la escuela, nunca encontró ese apoyo institucional para él desarrollar su arte de la comedia. Su maestros acostumbraban decirle, de manera despectiva: “Chente, ¿tú vas a ir a la universidad de payasos?”, cuando intentaba expresar su habilidad cómica, por lo que cree que la percepción de la creatividad es un aspecto que se debe corregir. “Lo que pienso que debería cambiar es el mind-set de [los maestros] en las escuelas”, expresa el comediante.

Aún así, Ydrach continuó con sus deseos de hacer a las personas reír. Más tarde, ingresó en los talleres de la Liga de Improvisación Teatral Puertorriqueña, donde se enamoró de la improvisación, tras desafiar su miedo de treparse en un escenario. Actualmente, en “Trépate Aquí”, ejerce su pasión de improvisar, ya que es una manera de mantener el público constante e interesado; asimismo, Ydrach desarrolla aun más la destreza creativa.

El comediante cita la teoría de Malcom Gladwell, sobre tener 10,000 horas de práctica para ser experto en algo. “Yo […] no llevo 10,000 horas en un escenario, pero llevo 10,000 horas desarrollando una habilidad para contar cosas de una manera simpática”, explica Ydrach, que utiliza esa pericia cuando sube a un escenario.

Para Ydrach, la cultura del Internet le ha ayudado mucho en su desarrollo, pues “no todo tiene que ser meticulosamente estudiado”, ya que es una cultura más de naturalidad y existe un espacio para el error.

En un futuro, al comediante le gustaría presentarse más allá del estado de Florida, donde se presentó en el 2015. “A mí me encantaría hacer un show en Colombia o en Venezuela, [pero] lo más real es Nueva York”, aunque empiece por clubes pequeños. Sin embargo, Ydrach aclara que “puede ser que esté seis años yendo al mismo club, pero puede que el séptimo año lo haga en un teatro, pero yo estoy dispuesto a hacer ese trabajo”.